Sin saldo al instante

Decir que la televisión que se hace en España, en general, es cutre y maloliente no nos viene de nuevas. Tenemos de todo y para todos, lo que pasa que la calidad (poca) sólo prolifera en franjas horarias minoritarias. Sabemos que allá donde haya un poco de caspa y amarillismo, los índices de audiencia van a ser más benévolos que cuando se trata la literatura, la ciencia o incluso el arte.

Quisiera llamar vuestra atención respecto a ese nuevo concurso-reality de Antena 3 llamado “Rico al instante”. No hay que mandar una carta con los datos personas ni siquiera llamar a un teléfono para entrar en juego. Basta con mandar un simple y bonito SMS para que con un poco de suerte, entren a tu casa unas personas, comandadas por el simpático Ramón García, a darte la estupenda noticia de que te has convertido en súper mega millonario de la muerte por tan sólo haber mandado un mensajito con el móvil.

Hasta ahí estupendo, pero no os engañéis porque todo eso, siendo tan seductor no es más que un fraude.

Alguien me dirá que de fraude nada, porque las bases del concurso están ahí para que la gente sepa de antemano cuánto les van a sablar por la bromita. Es cierto, sí, las bases del concurso aparecen en pantalla mientras un simpático mozo nos marea con sus gilipolleces. Yo no sé a vosotros pero en mi EGB no me enseñaron a leer letras atómicas (por el tamaño, digo) ni a velocidades supersónicas. Hete que ahí es donde radica el timo.

Si uno acepta las condiciones (ah, te fastidias si no las has leído) da por sentado que se está dando de alta en un servio llamado “SMS Premium” consistente en tener asociada una prestación especial como participar en concursos, descarga de melodías y juegos ( club “Zed”) o recibir noticias en el terminal.

Sucede por tanto que al estar dado de alta ahí, aparte del concursito de marras, te van a llegar una media de quince mensajes semanales, los cuales deberás abonar ( sí, sí, los recibidos también) al módico precio de 1´50€ cada uno.

Pasamos del Euro y medio inicial a tener que abonar 90€ al mes por haber hecho caso a Ramón y no haber tenido el microscopio ni el botón de pause a mano.

Si hacemos un cálculo estimativo de las personas que están dadas de alta a ese servio nos daremos cuenta rápidamente que los que se hacen ricos al instante son los de Antena 3 y las operadoras de telefonía. Os aseguro que el premio que dan es pura calderilla en comparación con lo que ellos ganan.

Por último, y como siempre pasa en estos casos, es infinitamente más difícil darse de baja de este servio que apuntarse. Ya sabéis, llamar a un número que nos han dado, que va y resulta que ése no es sino que es otro, luego hablar con una operadora que nos taladra media hora para que al final hayamos conseguido nuestro objetivo no sin antes haber tenido que abonar también todas esas llamadas.

Ramón, por favor, vuelve a las campanadas.

Qué listos son los cabroncetes.