Los días se suceden las malas noticias pueblan los periódicos, el mundo no parece ser un lugar donde valores tan importantes como el compañerismo, la solidaridad con el prójimo, que no la caridad, que es más bien algo de tiempos de crisis como los actuales, se potencien lo más mínimo.
Siempre se hace hincapié en el lado mezquino del ser humano, parece que el morbo es lo que vende cuanto más sangre y mayor crudeza tienen las situaciones mayor atracción provocan.
Los medios andan a la caza de personajes extremos que generen atención por su situación personal o su situación mental.
La sangre abunda en el telediario sin importar la hora del mismo, si es menester se recurre a primeros planos de lo más impactante, de modo que la sensación sea cruda y directa.
Lo que importa es la audiencia a cualquier precio si es necesario llevar a un sicópata a algún programa de testimonio, se le busca sin el menor recato y si se recrea en los hechos y es detallista mejor.
Si es preciso llevar a un maltratador a televisión para tener audiencia se cuenta con él, lo que importa es la profusión en los detalles.
Las guerras, los malos tratos y los asesinatos son una fuente de audiencia para las televisiones, si eso falla siempre se puede recurrir a peleas vecinales, reyertas entre clanes gitanos, o macarrillas varios.
La televisión se ha convertido en zoo de especímenes violentos y descarnados que alimentan a una audiencia ávida de morbo, de violencia y de agresividad.
Las series que suelen funcionar son aquellas en las que hay sangre de por medio, no entiendo porqué pero la realidad es así.
Si uno trata de hacer las cosas bien y no vende nada, la solidaridad no existe, las buenas acciones nunca se comentan, la parte buena del ser humano que la tiene nunca sale en prensa.
Las noticias agradables, positivas y que podrían servir de ejemplo para el espectador no se suelen comentar con profusión.
La televisión parece centrarse siempre en el lado oscuro de las personas, mostrando de ellas lo peor, lo más hiriente, sangriento y morboso.
Es raro encontrar alguna noticia agradable en el telediario, algo que te marque para bien, no sé si se trata de una cuestión puramente personal pero me da la impresión que sólo se busca el lado morboso porque asegura la audiencia pero cada día hay más sangre en el telediario, somos devoradores de malas noticias o nos gusta la desgracia ajena.
Vicente Mulero
miércoles, 11 de marzo de 2009
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