martes, 27 de enero de 2009

Fútbol

El futbol es la válvula de escape para una sociedad tan atribulada como la actual, es curioso que la mayoría de información deportiva de los telediarios este copada por el futbol en detrimento de otros deportes.

El futbol lo monopoliza todo en radio, televisión y prensa para huir de los problemas que nos acucian que no son pocos, como en tiempos pretéritos se hacía con las corridas de toros.

No creo hayamos cambiado tanto con respecto al pasado, quizás la sociedad sea más compleja y tecnológicamente algo más avanzada y mas secularizada, pero seguimos teniendo los mismos problemas de siempre, la división política y las tensiones económicas han existido siempre.

Ahora lo que no sale en la televisión no existe, cada día este medio tiene más influencia sobre la gente, el futbol es la válvula de escape a las preocupaciones diarias que nos quitan el sueño.

No hemos cambiado tanto, nos gusta huir de todo lo que nos desasosiega, la televisión es nuestra fuente de información y el futbol nuestro opio para entretenernos y no pensar.

Antes se huía yendo a los toros, ahora al futbol, tampoco somos tan diferentes a nuestros ancestros, todo sigue el curso preestablecido por una clase política que no quiere controlar todo y ansia que no pensemos que estemos ociosos con el futbol para no molestar reivindicando nada, es la mejor y más rápida forma de adormecer a una sociedad que no está pasando por su mejor momento…

Mientras el periódico más leído es deportivo, los programas de deportes esos que acaban de madrugada son muy seguidos y nos ayudan a romper el hielo cuando nos encontramos a algún vecino con el que no tenemos nada de qué hablar por falta de confianza y no queremos comentar como este tiempo.

Reconozcámoslo el futbol es nuestro salvavidas para situaciones difíciles por eso abunda tanto y está en todas partes y sirve para no pensar.

Vte.

domingo, 25 de enero de 2009

Mr. Potato

Acabo de ver la última peli de Will Smith, "Siete almas", dirigida por el mismo equipo que hizo "En busca de la felicidad" así que quien haya visto esta última ya sabrá que tiene que llevar una cajita de Kleenex a la sala por lo que pueda pasar.

Es una historia hecha para el lucimiento de este actor, en la que deberá realizar una serie de favores a personas anónimas para redimirse de traumáticos acontecimientos pasados.

Las interpretaciones son buenas ( aparte de Will, Rosario Dawson lo hace fenomenal) aunque la historia, analizada un poquito, es bastante absurda aunque válida para conseguir el propósito de tener el culo pegado a la butaca de cine hasta los últimos compases de la proyección.

Recomendada por tanto a los fans del actor ( sobre todo en su vertiente dramática ya que aquí no hay ningún chiste ni medio) y a los que gustan de historias románticas y sensiblonas con ganas de llorar un ratito en el cine y de coger la mano a su pareja.

viernes, 16 de enero de 2009

Leche Milka y ángeles

Nunca he entendido muy bien qué significaba eso de “el espíritu de la Navidad” pero viendo lo que ha pasado en la cárcel de Picassent (o centro penitenciario, como ustedes quieran) ya me voy haciendo una ligera idea.

Resulta que estas pasadas fiestas se programaron, excepcionalmente, diversos espectáculos lúdicos para divertir a los presos y sacarlos de sus rutinarias actividades. Bravo por el número de circo con sus saltimbanquis y funambulistas, pero –ufff, mal, muy mal, por el número de strip-tease con despelote, vibradores y leche condensada incluida.

Pero vamos a ver, una cárcel, que yo sepa, (según las señales de tráfico: centro penitenciario, insisto) es un lugar al que la gente acude, contra su voluntad, a cumplir un castigo por haber quebrantado la ley en mayor o menor medida, y obviamente en ese centro va a haber desde simples manguis de gasolinera hasta violadores y demás angelitos. Si ponemos a una señorita “bien dotada” despelotándose a ritmo de tambores y provocando al personal allí presente, en medio de un pabellón lleno de maltratadotes y violadores, no acabo de entender hasta qué punto ese tipo de actos pueden favorecer la reinserción social.

El acto en sí no me parece denigrante para la mujer ni nada de eso, pero en un contexto tan definido como ése si que me parece una temeridad por parte de la dirección del centro arriesgarse con algo de tal envergadura. Es obvio que no pasó nada pero tampoco creo que sea una excusa en la que ampararse para decir que el personal se comportó civilizadamente, obviamente también son personas humanas, pero no creo que sea el camino a seguir por muy Navidad que fuera.

Imagínense ustedes que una persona tiene una gran adicción al chocolate y está intentando dejarlo para ganar en salud, pero va y resulta que un amigo le lleva por sorpresa a Suiza a hacer una visita guiada por la fábrica de Milka; vamos… la palma dulcemente. Es una comparación un poco cogida por los pelos pero creo que sirve para que me entiendan lo que les quiero decir.

Por tanto, Navidad es: compren desaforadamente, cometan excesos con las comidas, tírense al jefe el día de la cena de empresa y pongan a una stripper en pelota picada en el patio de recreo de la cárcel; seguro que Santa y Baltasar dan el visto bueno.

martes, 6 de enero de 2009

RIP a un abeto. Noche vetusta y larga.

Queridos lectores, un año más hemos sobrevivido a la nochevieja. Desde aquí me gustaría dar las gracias a toda la gente con la que estuve este fin de año porque hacía mucho tiempo que no me lo pasaba tan bien. Además todos son amigos desde que existe el parto, así que háganse una idea ustedes.

Suelo ser de las personas que salen de fiesta ya sea a discotecas o pubs en ese día tan bullicioso, pero este año, en contra, la cosa se tornó muy casera en un bonito adosado con vistas a Sierra Nevada en el que no faltaba ningún lujo.

Cena muy buena (en la que participé activamente) y uvas que entraron al son de las campanadas a ritmo de clonk clonk. Hasta aquí todos los recuerdos son tan claros cual copa de champagne, pero a partir de las doce y media, la nube mental viene teñida de un ámbar añejo marca negrita de la misma Habana.

Todo lo que les puedo decir viene de documentos gráficos, audiovisuales o de boca en boca, porque realmente recuerdo entre poco y nada. Imagínense ustedes; una cámara de fotos ubicada en una zona estratégica de la casa que cada 5 minutos disparaba automáticamente una serie de fotos para no perder ningún detalle de los sucedido; una chica haciendo un reportaje videográfico cual paparazzi en busca de carnaza beoda y finalmente unas declaraciones, post apocalípticas, en el refectorio en las que no se perdía detalle de lo sucedido el día de autos.

Sólo les diré, sin demasiados pormenores, lo que creí ver después del noveno cubata y lo que posteriormente corroboraron mis retinas al observar los vídeos:

- Un chico comiéndose, una tras otra, las páginas amarillas porque decía que tenía hambre y aseguraba que ahí había muchos restaurantes, pizzerías y hamburgueserías.

- Otro joven estaba haciendo abdominales en el suelo cual poseído por el diablo mientras hablaba por el móvil y sujetaba, como si le fuera la vida en ello, una botella de ron con la otra mano.

- En otra esquina del comedor se podía ver a otra persona practicando tenis (sin pelota, pero sí con raqueta) mientras jugaba al juego de la oca, asegurando “al aire” que ésa bola había entrado; por sus muertos que había entrado.

- Otro momento inolvidable fue cuando apareció el pirómano en escena. Resulta que había un bonito árbol de navidad decorando el salón principal y claro, en vez de ser de color verde, el habitual, tenía las ramas blanquecinas imitando la nieve; por tanto la deducción de un bolinga es: vamos a prender fuego al árbol que está nevado porque si no tendremos frío, y dicho y hecho señores…

- Y ya para acabar mencionaré la anécdota del móvil. ¿Qué pasa cuando un chico llama por teléfono (a las 5:00 a.m.) para felicitar el año?, pues obviamente que nadie lo coge porque o bien no lo oye, o, por el contrario, ya está chafando la oreja y lo tiene apagado. Bueno pues la reacción del emisor fue: Si nadie me coge el teléfono ¿para qué lo quiero?, por tanto Nokia N95 que voló por la ventana.

Les aseguro que todo esto fue más seguro que irse a una discoteca, beber como un loco y coger luego el coche.

El año que viene me apunto de nuevo ( pero sin árbol).