Ya es primavera o eso dicen por ahí ,eso no tiene nada de especial ,tan solo es el paso de una estación a otra ,lo curioso es que todas las primaveras se habla de lo mismo ,el polen ,las alergias y de cómo los cambios de estación influyen en nuestro ánimo ,cosa que alegra a los sicólogos que ven como la gente va a la consulta con la frase de “no tengo ganas de nada” a lo que el sicólogo se arma de solemnidad y espeta “no se preocupe es la primavera”.
Los sicólogos son esos extraños seres que se supone que tienen respuesta para todos los posibles fantasmas mentales que de vez en cuando pueblan en nuestras cabezas, en primavera estos extraños personajes ven como su clientela aumenta por cambios anímicos de lo más curioso.
Se dice que en primavera aumentan las depresiones y las situaciones de desanimo ,cosa que no termino de entender pues la luz anima mucho, el sol también y el clima se estabiliza mas invitando a salir de casa a que nos dé el solecito que es un buen aliado para recargar pilas.
Todas las primaveras son iguales los periódicos nos recuerdan que el polen nos hace estornudar cosa que todo el mundo sabe.
La moda de primavera en los suplementos dominicales nos dice que hay que vestirse con colores vivos, para estar a la moda, no me veo en un día soleado vestido de negro.
Se dice que los cambios de estación influyen en el ánimo, uno siempre ha tenido sus dudas pero parece que es así, nunca he entendido eso de la astenia primaveral, creo que es un mito de los sicólogos para que la gente se angustie y corra a buscarlos en búsqueda de paz, calma y algunas indicaciones para sentirse bien con ellos mismos.
En invierno se inventaron la depresión blanca para justificar que el común odie el invierno y poder decir el invierno es malo es muy incomodo para el ánimo.
En verano siempre se dice que la gente se separa más porque no están acostumbrados a soportarse muchas horas juntas.
Parece que los sicólogos tienen justificaciones para todo lo que nos sucede a lo largo de nuestra vida, que no soportamos algo sin duda se trata de algún trauma que hemos de resolver.
No he entendido nunca eso de que un señor tenga todas las claves de lo que pasa en el interior de una mente de un tercero que no conoce y al que parece que hay que mostrarle siempre su lado vulnerable.
No todos somos iguales, ni pensamos, ni sentimos igual, ni mucho menos tenemos los mismos pensamientos, a mi la primavera no me molesta en absoluto y no me veo en ningún sicólogo contándole mi vida y que encima tenga que pagar porque me oigan hablar...
Ellos viven de nuestros fantasmas y nuestros miedos, así que hay que hacerse fuerte y dejar de buscar justificaciones para cada cosa que nos pasa.
La vida es muy complicada como para encima vivir buscando traumas y miedos en nuestro interior…
Vicente Mulero
miércoles, 25 de marzo de 2009
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