Me hago mucho mucho popó en Internet :)

Nadie duda a estas alturas que el desarrollo de la informática junto con el asentamiento de Internet han sido las claves para la revolución digital que vivimos.

De todos es conocido lo que se puede hacer a día de hoy con un simple ordenador y una conexión de banda ancha a Internet. Me voy a centrar en mi caso particular, concretamente en el repugnante hecho de ver por ejemplo una serie de TV online; repugnante no por el tema de la piratería, sino porque me da asco en sí.

Enchufo el PC, bien, tarda bastante en arrancar pero ahí está ese magnífico fondo de escritorio en negro pidiéndome que compre la versión original de Windows. Paso del tema y me meto en Internet para ver online una serie de TV, por ejemplo “Perdidos”, vale, después de cerrar 400 ventanas de publicidad de productos que jamás voy a comprar por el simple hecho de darme por saco en forma de banners, consigo visionar el capítulo deseado. A los 10 minutos, cuando ya me estoy metiendo en la trama, mi querido PC se rebota y se apaga por todo el morro -debe de ser cosa de la UPC, (unidad del procesador de los cojones), pienso- . Reinicio el sistema por segunda vez, vuelvo a realizar todo el proceso y por fin puedo ver el capítulo, ¿qué pasa? Pues que esta vez, pongamos a la media hora, aparece un bonito cartel ¡clínn! “su conexión a Internet es una basura así que voy a ir cerrando todas las ventanas que tenía UD abiertas”.

Bien, después de blasfemar en hebreo antiguo no me doy por vencido y cojo el portátil del despacho y vuelta a empezar para ver la serie de marras.

No hay duda de que éste va más rápido y se le ve con predisposición a no darme por saco. Bueno, llegamos al mismo sitio, busco por donde me había quedado y oye, la cosa va fantástica hasta que…”clin clin clin, piticlin”, “su PC no está protegido contra virus, ¿desea UD comprar uno”? ¡¡¡NOOO!!! Es mi respuesta, así que cierro la ventanita emergente e intento no desconcentrarme de la trama. Pasa el rato y ya es cuando me cago en la madre que matriculó al HP Compaq, ¿por qué? pues porque se acaba de agotar la batería y toca recargarla (y volver a empezar) para seguir viendo la serie.

Vale, me lo tomo con filosofía, cojo el cargador, lo enchufo al portátil y me tumbo en la cama para poder ver de una P… vez la serie de los C… Bien, todo correcto, nada parece entorpecer mi ya entorpecido visionado, pero sí. Ahora la serie va a golpes, ¿porqué?, y ¡yo que sé!, continuamente está almacenando en el buffer de lectura el porcentaje de descarga de datos, así que me toca esperar a llegar al 100% para poder seguir viéndola. Vale, llego al 100, sigue adelante, pero al minuto se vuelve a parar, vuelve a aparecer el mensaje del buffer…así que decido dejar que se cargue durante 5 minutos para que acumule datos de sobra y no me de más por el orto. Meo, bebo, me rasco la espalda y vuelvo a la cama. Ya hay suficientes datos almacenados como para no darme más por saco hasta el final del capítulo, pero no, no no, ¡oh!, la imagen se congela y bonito mensaje en pantalla (traduzco del inglés) “Ya has visto 72 minutos de vídeo hoy, puedes esperarte una hora para volver a descargarlo, o puedes adquirir la versión Premium que no tiene límite de tiempo de descarga”.

Entonces ahí es cuando, a las 2 de la mañana, hablo en alto, muy alto y comento así al aire, que me cago en Bill Gates y en la madre que parió al que inventó Internet y toda su estirpe de diablos. ¡Cabronazos todos!, y luego a dormir.